El Perdido se organiza por una sonrisa. Por Bárbara Fischer Farías.



Cada 24 de diciembre se festeja como todos sabemos, en nuestro país “Nochebuena”, las familias se reúnen para festejar cada uno a su manera. Algunos sólo lo toman como una posibilidad de reunir a la familia, de juntarse con amigos, de abrazar al de al lado, de recordar el nacimiento del niños Jesús, para los creyentes o todas esas cosas juntas; también están aquellos que corren todo el día con los preparativos para que esa noche sea la mejor de las noches y nunca faltan los que a último momento se deciden qué hacer, en fin mil formas seguramente toma ese día, esa noche.

Pero aquí los protagonistas son los niños, quienes viven ese día y esa noche de otra manera, podría asegurar que aquí no hay diferencias porque el entusiasmo y la ilusión son las mismas para todos ellos. Su único preparativo, su única espera, es para poder ver a Papá Noel llegar cargado de regalos y presentes para ellos y sus familias.

En nuestra localidad, hace ya aproximadamente unos cinco años, contamos con una persona, con un grupo de personas que podríamos decir “son corresponsales de Papá Noel”. Este grupo de personas crece año a año, no podemos decir que existe un líder porque realmente trabajan cooperativamente entre ellos, pero sí existe una cara visible, bueno casi visible, ustedes me entenderán porqué. Esa cara responde a la señora Ana Ocampo, quien amablemente nos ha abierto las puertas de su casa para contarnos cómo ella y su grupo organizan esta tan solidaria actividad.

Como he dicho, año tras año va creciendo la movida para colaborar en esta actividad, la gente del pueblo, las instituciones, las empresas y particulares, llegado el mes de noviembre, van acercando su donación a este grupo, éstas tienen que ver con golosinas y juguetes de todas clases que son entregados a todos los niños de El Perdido y este año se hizo un esfuerzo más y se llegó hasta la localidad vecina de Aparicio.

Ana nos cuenta, muy emocionada lo importante que es para ella esta actividad, cómo la reconforta poder hacerlo y ansía que esto crezca año tras año. Siempre se respeta el mismo camino, arrancan por la Unidad Sanitaria, donde Papá Noel visita a los abuelos allí alojados y luego se sale por las calles del pueblo, en cada esquina hay un niño esperando con una sonrisa que allí se detenga Papá Noel para saludarlo, sacarse una foto y tomar su presente. Y muchas sensaciones más que sólo las saben quién están allí presentes.

Más de trescientos niños acompañados de sus familias reciben la ilusión enorme de conocer a Papá Noel ya que para ellos no existen carencias, creencias, religión que opaque el entusiasmo de esa noche. Ellos quieren ser niños en su plenitud, ser felices y gracias a esta actividad que se organiza año a año, que ha nacido en los hogares de muchos colaboradores y que se manifiesta con excelentes resultados en las calles de nuestra localidad, se logra llegar a cada uno de ellos, robando la más hermosa de sus sonrisas.

Agradecemos profundamente a Ana Ocampo y a todo su equipo de trabajo por esta ardua labor, por hacer posible que Papá Noel viva en la ilusión y en los corazones de cada niño y adulto de esta Localidad. ¡¡¡Gracias!!!



Entrevista a Ana Ocampo
corresponsal de Papá Noel




¿Cómo comienza esta movida en El Perdido?

Yo comencé yendo vestida de Papá Noel al campo donde trabajo; un día me vio una vecina de acá del barrio y me pidió que sea Papá Noel para sus nietos, así empezó. Al año siguiente (aproximadamente 2010-2011) empecé en el geriátrico, con los abuelos. Estaba la abuela Minda, Burgos en esa época y no me acuerdo qué otro abuelo más, en esa época eran pocos los que había. Entonces le llevaba un regalito para cada uno, que yo les compraba, e iba a verlos. Al año siguiente, habiendo pasado dos o tres años que hacía de Papá Noel, surgió de Roxana García y Jorgelina mi hija, la idea de ser Papá Noel en el pueblo, ellas me conseguían golosinas. Bueno, y así fue que se hizo entre Roxana, su mamá y Jorgelina; ellas juntaron ese año las golosinas, y en esa época Patricia Di Batista le pide los juguetes a Casa Balda, ese año nos donaron todos los juguetes. Así comenzó esto de Papá Noel, año a año la gente iba donando más juguetes y después ya empezaron las empresas a donar como Pulmahue, YPF… Casa Balda siempre siguió donando juguetes.


¿En esta oportunidad participaron nuevas personas?

Este Año fue más intenso todavía, nosotros contamos con la ayuda de Eliana Iriarte que es la que nos ayuda a armar las bolsas, desde el principio nos ayuda, es como “La Mascota” de todo esto. Se hacen más de trescientas bolsas. Este año ya comenzaron a sumarse nuevas personas como Horacio García, Lucía Ocampo, Noelia Heim. Además este año se hizo un árbol de navidad, que no teníamos, lo mandó a hacer Diego Hollender quien donó todo el hierro para poder construirlo y Omar Conca se encargó de hacerlo. Horacio fue el encargado de llevar con el auto el árbol y pasearlo por todo el pueblo; otra buena noticia fue que este año Mariana, la esposa de Diego Hollender, donó todos los regalos para los abuelos del geriátrico… eso fue algo lindo, porque así las abuelas recibieron algo distinto, yo más que un pañuelito o una bolsita de caramelos no podía regalarle porque son muchos y no podía, pero este año recibieron las abuelas un neceser con un perfume dentro, los abuelos un par de pantuflas, otros una colonia con un perfume…. Bueno y Walter Lagos, a quien yo le agradezco un montón, pone el vehículo para llevar a Papá Noel, esto lo hace por cuenta de él, nosotros teníamos pero siempre es mejor porque es como tener un respaldo por si pasa algo con algún chico. Esto no tiene nada que ver con la Municipalidad, Walter lo hace porque le gusta, entonces ya lo integramos también. Después también nos acompaña la Policía.
Se sumaron nuevas cosas, pero siempre se respetó como el comienzo: primero se pasa por el geriátrico y luego se sale por el pueblo.


¿Y los abuelos del geriátrico tengo entendido que hicieron adornos?

Los abuelos no sabés cómo trabajaron, estos chicos me hicieron el árbol, y… entonces había que llenarlo porque no teníamos nada, el año pasado mi patrona me regaló el árbol grande para los abuelos de la Unidad Sanitaria, y todo lo que tenía yo más todo lo que tenían las otras chicas fue a parar ahí, para el árbol grande. Y este año al hacer este árbol las chicas de la Unidad Sanitaria, las enfermeras, las mucamas, más los abuelos trabajaron para adornarlo…. Hicieron de todo, ¡¡este año fue hermoso!!
Fue muy lindo, yo me voy a cambiar ahí a la Unidad Sanitaria y la enfermera que está de guardia es la que me ayuda a vestirme. Primero voy al campo, sigo yendo allá aunque los chicos ya son grandes la ilusión sigue estando.
Este año estaba de guardia Norma D´Annunzio, que fue la que me ayudó, estaba la abuela Luisa Cuervo que es una abuela que está bien y que deseaba ver a Papá Noel; como ella también otras chicas que habían ido a brindar con la enfermera… ¡¡te digo que es algo hermoso!!
El centro de jubilados, la agrupación gaucha “Los de Fierro”, la agrupación “Amigos de Aparicio” donan golosinas, como entre otras personas. Todos los años la agrupación “amigos de Aparicio” nos donan golosinas, por eso este año tuvimos la idea, y ya que Walter nos acompañaba, de ir a Aparicio. El 25 fuimos a Aparicio, llevamos juguetes, llevamos golosinas… eso fue… había una señora emocionadísima que nos decía que esto nunca había pasado, de que Papá Noel vaya por las calles de Aparicio. A las 19:30 hs. salimos para Aparicio y volvimos como a las 21:30 hs.


Es que realmente pasaba eso, uno veía la gente esperando en las esquinas, esa unión, esa cosa que les produce a los niños ver a Papá Noel es una total felicidad para ellos… ellos esperan a Papá Noel.

¡¡¡¡Sí, ellos esperan a Papá Noel!!!!


¿La organización de los días previos cómo es?

Son Roxana y Jorgelina las que juntan las golosinas, las que piden a la gente y después yo me encargo de pedirle a la gente del campo, o sea mis patrones y su familia y la gente que trabaja para ellos, también me dona Delia Castro. De ahí se saca la mayor parte para realizar esta actividad. Por ejemplo: alfajores y turrones, que es lo más caro, lo dona prácticamente esa gente más alguna gente de acá del pueblo, después los caramelos los dona toda la comunidad, la gente ya no necesita que le digan, ya sabe que para tal fecha estamos esperando su donación, en noviembre te dicen: “Pasá por casa que ya tenemos los chupetines, los caramelos, chicles , gomitas”; este año se hizo una bolsa inmensa, ya que el futbol Infantil donó más de 100 alfajores triples, entonces después otras empresas de acá de transporte donaron el resto de los alfajores y se hizo la bolsa de tres alfajores, dos simples y un triple, más dos turrones, siete chupetines, tres chicles, más 36 caramelos.


¿Y el recorrido por el pueblo cómo se organiza?

Primero arrancamos por este barrio: Barrio Centenario, después vamos por la calle 18 de Abril, hacemos dos cuadras sobre esta calle y doblamos para el lado del club y la Plaza principal, volvemos para la Unidad Sanitaria y agarramos toda esa parte de la farmacia, de ahí vamos al barrio Felki, hacemos todo este lado de la vía y de ahí nos vamos para el otro lado, agarramos el barrio de “La Puñalada”, al Barrio Moscú y después ya pegamos la vuelta otra vez, pero ya para cuando volvemos son como las 3:30 de la mañana y este año por suerte nos acompañó el clima.


¿Tienen como meta ir a otras localidades?

Ojalá uno pudiera, porque depende mucho de la gente, nosotros a Aparicio fuimos porque la gente de la agrupación nos dona las golosinas y además Walter por su cuenta había mandado hacer a la panadería “Felipe Corto”, unos budines muy lindos, con una muy linda presentación y se les entregó un budín por familia, porque allá es muy chiquita la comunidad, la gente muy agradecida.


Eso se nota mucho, que la gente se entusiasma y que los recibe muy bien. Si me tuvieras que decir qué les hace falta, ¿en qué podrías hacer hincapié?

A mí me gustaría que esto se amplíe, sí. Porque vos no sabés lo que esto te fortalece el alma, es algo… vos ves a los chicos y es la mayor gratificación. A nosotros nos gusta porque somos un grupo que disfruta trabajando y además, tenemos a Walter, el delegado que nos apoya, que le gusta y que no lo hace ni por política ni nada. Ojalá pudiéramos ir a otros lugares, y juntar más golosinas, más juguetes. Se les entregó a todos los chicos juguetes, ellos aceptan todo lo que uno les da, porque estas empresas dan juguetes hermosísimos, “un juguete más lindo que otro”.


¿Asique podemos decir que se cumplen sus expectativas?

Sí, sí, uno no ve la hora de que llegue el momento del 24 y de ahora en más el 25. Los chicos con tal de verte te esperan hasta la hora que sea.


Bueno Ana, gracias por contarnos este recorrido, esta organización, mis felicitaciones para ustedes y ojalá sigan creciendo.

¡¡No, muchas gracias a ustedes!! Ah, algo que me faltó contar es que el traje que estoy usando me lo confeccionó Patricia Godoy, ella me lo hizo y me lo regaló a partir de que un día también fui a su casa a hacer de Papá Noel. El que yo tenía anteriormente era prestado por la gente del campo.




❤¡¡¡Gracias, Ana!!!❤


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Ilustraciones Alex DG© y Daniel Caminos