Apertura del Año del Centenario
El 7 de septiembre de 2004 se dio inicio al año del Centenario de nuestra institución. En esa oportunidad, la docente Ana Delia Eulalia se refería a la fecha de la siguiente manera:
En estos días de tanto vértigo y trabajo, me detuve por un instante a pensar en lo que significa en este siglo XXI llegar a los cien años, y se me mezclaron anécdotas, recuerdos, trozos de historia, oficial y de la otra.
Pienso en este siglo dedicado fundamentalmente a la educación, pero también, como toda escuela de ámbito rural, como centro que nuclea numerosas actividades y punto de reunión entre las que estamos, los que se quedan y los que vuelven.
Al evocar su nacimiento, allá por 1905, se me ocurre que el mismo, como todo nacimiento, estuvo cargado de sacrificio, pero también de sueños, de esperanzas, de anhelos por un mundo mejor.
Noventa y nueve años han pasado desde aquellas primeras clases en un galpón de chapa y madera. Muchas cosas sucedieron en este tiempo. Muchos aportaron su trabajo, su esfuerzo, sus ganas de construir un lugar que diera cobijo y educación a sus hijos.
Muchas cosas también han cambiado en la escuela, desde cambios edilicios hasta reformas educativas, pero la esencia es siempre la misma y el entusiasmo y el amor se renuevan permanentemente.
Al recorrer las aulas pienso en las risas y secretos que ellas atesora; en las generaciones que las han transitado; en los docentes y auxiliares que entregaron su saber y experiencia; en los niños que las inundaron de juegos y bullicio; elementos que al mezclarse forman una larga lista de recuerdos que cada uno va hilvanando en su memoria.
En este presente, en el que se unen emociones, charlas, manos estrechadas, abrazos, los que nacimos y vivimos acá sentimos que éste es nuestro lugar, que acá crezcan y se eduquen nuestros hijos y nuestros nietos.
Que el fruto de nuestro trabajo y estudio contribuya al crecimiento de nuestra escuela y, por ende, de nuestra comunidad; ya que sabemos, que a pesar de los obstáculos y dificultades, en este sitio hay espacio para todos los que soñamos con un mañana mejor. Por eso hacemos propias las palabras de Ernesto Sábato que dicen:
“que el obstáculo no impide la historia, nos recuerda que el hombre sólo cabe en una utopía.
Solo quienes sean capaces de encarnar la utopía serán aptos para el combate decisivo, el de recuperar cuánto de humanidad hemos perdido”.
Fuente: Revista Escuela Nº 4 Gral. Don José de San Martín EN SU CENTENARIO. 1905 -SETIEMBRE- 2005. Pág. 3